Las ratas y los ratones atacan nuestros alimentos durante su procesamiento, almacenamiento, transporte y mientras están en nuestros supermercados, restaurantes y hogares. Y lo que las ratas y ratones no comen, lo desperdician contaminándolo con su orina, heces o pelo.
A lo largo del otoño y del invierno las ratas y los ratones entran en las casas en cantidades superiores a las de cualquier otra época del año. Buscan seguridad, un refugio seco, alimento y una temperatura adecuada a su gusto y necesidades. Hay muchos signos de que las ratas y los ratones nos invaden. Podemos escuchar ruidos, correteos y roer por la noche, observamos que dejan sus heces diseminadas por donde transitan o montones de comida o de materia para hacer nidos, las marcas que dejan al roer, o pisadas en la harina o en zonas de polvo, además, se pueden observar manchas de orina, de grasa por la suciedad de sus pelos, y los animales domésticos suelen estar más nerviosos de lo habitual.
Los componentes del género Rattus tienen el típico ciclo de los mamíferos.
La hembra da a luz a los 21 o los 22 días pudiendo engendrar de 5 a 14 crías la rata de cloaca y de 5 a 10 la rata negra. Las ratas se convierten en adultas (adquiriendo la madurez sexual) a los dos y tres meses respectivamente.
El número de partos por año que pueden tener las hembras es variable y sucede en función de las condiciones de temperatura, disponibilidad de alimento o facilidad en la construcción de madrigueras apropiadas.
Esto hace que el número de partos pueda ir de 2 a 7 la rata de cloaca y de 3 a 5 para la rata negra. Teniendo un potencial de reproducción a partir de una pareja por año de unos 200 individuos aproximadamente.
La vida media de la rata de cloaca es de 3 a 4 años, mientras que la rata negra puede vivir de 3 a 7 años. Los roedores durante muchos años han estado compartiendo el alimento del hombre. Son omnívoros, aunque muestran preferencia por las semillas de los cereales y productos derivados.
Cuando éstas faltan, pueden comer las cosas más extrañas que nos podamos imaginar: cartón, cuero, jabón, cera, plásticos, telas etc.
Los ratones domésticos entran en las viviendas más frecuentemente que las ratas, ya que su tamaño y su diseño les permite pasar por rendijas del grosor de un lapicero.
Un ejemplar adulto come cerca de tres gramos de alimento sólido al día, pero el daño que causan es mucho mayor, ya que los ratones se deleitan por probarlo todo, y prueban un poco de todos los sitios, de forma que todo lo que ha estado en contacto se tiene que tirar.
Además ensucian con orines y excrementos por donde quiera que van, destruyendo un número de alimentos aún mayor, siendo un animal portador de enfermedades ha de mantenerse siempre alejado de nuestros espacios.
TIPOS DE PLAGAS DE ROEDORES MÁS COMUNES
Rata de cloaca (Rattus Novegicus)

La rata de cloaca o rata común (Rattus Norvegicus), suele vivir en lugares húmedos, siendo la que más ha proliferado en el entramado de las cloacas, nadadora extraordinaria y excavadora aceptable.
Es omnívora, y puede alimentarse de insectos, como de sus cadáveres, vegetales, o de materiales tan diversos como el papel, madera, goma, plomo, estaño, plástico… Pudiendo ingerir cada día un tercio de su peso.
Construyen las madrigueras en agujeros bajo la tierra o dentro de las cloacas penetrando en las casas en busca de alimento para volver a la madriguera donde alimentan a las crías, aunque en el caso de encontrar un lugar apropiado, es posible que hagan el nido dentro o cerca de las instalaciones construidas por los humanos.
Su actividad es principalmente crepuscular y sus recorridos dentro de los edificios acostumbran a seguir las esquinas de las paredes, donde se sienten más seguras por tener un lado protegido. En descampados prefieren seguir la vía más corta, aunque esto suponga atravesar espacios descubiertos.
Rata negra (Rattus Rattus)

La rata negra (Rattus Rattus) hace las madrigueras en lugares secos y una vez ha escogido el lugar, le cuesta mucho abandonar esta zona.
No le gusta hacer largos desplazamientos para alimentarse pero esquiva las zonas descubiertas, aunque esto les suponga dar muchas vueltas.
Se alimenta de productos animales y vegetales, es buena escaladora y puede realizar grandes saltos o subir por paredes completamente listas a gran velocidad, siendo habitual que forme nidos en las partes altas y rincones de las casas.
Las dos especies viven en comunidad por lo que a menudo envían exploradores en busca de alimentos a nuevas zonas para ir a vivir.
Cuando descubren un nuevo alimento todo su comportamiento es extraordinariamente desconfiado, primero lo prueba uno de los componentes de la comunidad y en el caso de que muera, es rechazado por todos los miembros durante el resto de su vida.
Ratón (Mus Musculus)

La reproducción del ratón casero (Mus musculus), se realiza durante todo el año si las condiciones son favorables.
Una hembra puede dar a luz unas 8 veces cada año y en cada parto nacen de 5 a 8 crías, aunque puede haber partos de hasta 16 crías.
Las crías del ratón doméstico adquieren la capacidad reproductiva a las seis semanas de vida. Dentro de los edificios hacen sus nidos en cualquier lugar donde se sientan protegidos, en los recovecos, en el suelo detrás de los armarios o hasta incluso dentro de cajones. Construyen los nidos con cualquier material disponible: tela, plásticos, pelos, papel u otros materiales.
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